¿Por qué nos gustan tanto los conciertos? La clave está en tu cerebro y la ciencia lo explica así
¿Por qué nos gustan tanto los conciertos? Esa es la pregunta que vamos a tratar de responder con la inestimable ayuda científica. Seguro que en el último año has ido a varios shows en vivo y estos te han producido una sensación de felicidad difícilmente igualable. Un placer que se genera en nuestro cerebro, muy característico de la música en directo, y que un doctor ha explicado a la perfección en redes sociales.
Hablamos del Dr. Nas, un neurocientífico especializado también en la investigación de la demencia. El doctor acumula más de 250.000 seguidores en Instagram gracias a los vídeos instructivos que publica. Clips que ofrecen conocimientos relacionados con el cerebro y que están teniendo un éxito arrollador.
Y, precisamente, en uno de esto vídeos, titulado ‘La neurociencia de los conciertos’, abordó los procesos neurológicos que se desencadenan en nuestro cerebro durante los eventos musicales en directo. El Doctor Nas compartió las investigaciones sobre imágenes cerebrales que evidencian que el cerebro humano es más receptivo a la música en directo que a la música grabada.
«La música en directo activará redes cerebrales enteras que implican experimentar placer, procesar emociones y recuerdos del pasado. Cuanto mayor sea la experiencia cerebral, especialmente en las partes emocionales del cerebro, más profundamente se sentirá inmerso en la música«, explicaba el doctor.
El Dr. Nas explicó que a nuestros cerebros les encanta lo imprevisible y que la música en directo siempre ofrece una experiencia auditiva ligeramente distinta a la de la música grabada, que suena igual cada vez que se escucha.
«Nuestro cerebro se adapta a la música en cada momento. Así que la próxima vez que vayas a un concierto, recuerda que no son sólo tus oídos los que escuchan, es todo tu cerebro el que se enciende y sintoniza para crear una experiencia única«, detallaba Nas.
AC/DC TE HACE FELIZ, SEGÚN LA CIENCIA
La ciencia siempre tiene la última palabra, y en este caso tenía algo que decir sobre AC/DC. Hace unos meses, el profesor Mark Jude Tramos, ex director en el Institute for Music & Brain Science de la Universidad de Harvard, acudió al podcast ‘AC/DC Beyond The Thunder’ para hablar sobre los resultados obtenidos de sus investigaciones sobre los efectos de la música de la famosa banda en el cerebro humano (vía Blabbermouth).
“AC/DC probablemente causa tanta producción de endorfinas y dopamina en partes fundamentales del cerebro como lo ha hecho cualquier banda en toda la historia. Es efectiva, y muy difícil de hacer. Porque parece fácil, es precisamente muy difícil y compleja”, aseguró el profesor.
Este episodio del podcast habla sobre anécdotas muy interesantes acerca de cómo las canciones del grupo de origen australiano habrían jugado un papel notorio en el tratamiento del cáncer, la mejora en la precisión quirúrgica y la mejora en los síntomas del Alzheimer. A lo largo de todo el programa, el Dr. Tramos señala todas las conexiones emocionales que desencadenan estas composiciones.
Trevor Hoffman, célebre jugador de béisbol, utilizaba “Hells Bells” para animar a la grada, y el general Manuel Noriega usaba la música de AC/DC como arma de guerra psicológica. Tramos también profundiza en “You Shook Me All Night Long” y el uso que se hace de la cadencia plagal, un recurso muy vinculado a la música eclesiástica que evoca respuestas emocionales inesperadas en millones de fans en todo el mundo.
Los resultados de las investigaciones del Dr. Tramos no están muy lejos de la realidad, pues la música de AC/DC siempre ha funcionado para levantar el ánimo de muchas personas. A la vista está, ya que en muchos estadios y lugares de ámbito deportivo se emplean canciones como “Thunderstruck” o “Highway To Hell” para favorecer un ambiente más eufórico.
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