UNA VIDA MUY INTERESANTE

Laura Ponte es una exmodelo española nacida en Vigo en 1973. La gallega inició su carrera con los mejores diseñadores del mundo en Londres, y ha sido imagen de Valentino, Ralph Lauren y Hugo Boss, entre muchas otras.

Llegó a ser una de las modelos mejor pagadas del mundo, y su papel en la industria le hizo ser nombrada embajadora de la moda gallega.

Además de brillar como modelo, también lo hace con una firma de joyas propia, Luby & Lemerald, con la que continúa, de alguna forma, presente en la industria.

Pero al margen de toda una carrera de éxito como modelo, Laura Ponte tiene una vida personal muy interesante, de la que se conocen algunos datos destacados.

Su matrimonio con un Borbón

Mientras triunfaba en la moda, Ponte comenzó una relación con Luis Beltrán Alfonso Gómez-Acebo y Borbón, sobrino del rey Juan Carlos I e hijo de la infanta Pilar.

Fue en 2004 cuando contrajo matrimonio con él en Real Sitio de San Ildefonso, en Segovia, lo que posicionó a ponte en el foco de la prensa rosa.

Con él la modelo tuvo un hijo, Luis Felipe Gómez-Acebo y Ponte, nacido en 2005, y un año después dio a luz a su hija Laura Gómez-Acebo y Ponte.

Sin embargo, el matrimonio llegó a su fin en 2011. No obstante, la modelo siempre ha tenido buenas palabras para la familia real, incluido para su exmarido. «Beltrán es un hombre maravilloso y un padre estupendo. Siempre le querré por lo que significó para mí y porque es el padre de mis hijos. No hay nada malo que pueda decir de él», expresó para Vanitatis.

Sus otras parejas

Tras el divorcio, Laura Ponte ha rehecho su vida en varias ocasiones, aunque algo más alejada del foco mediático que durante su matrimonio.

De hecho, se la relacionó sentimentalmente con Álvaro Naive, un joven músico en 2016, pero entre sus parejas destaca su relación con el poeta y abogado Pedro Letai, con quien terminó en 2019.

Una lesión ocular

Laura Ponte vivió un complicado momento de salud en 2022, cuando sufrió una perforación de córnea que le hizo perder la visión del ojo izquierdo.

Aunque ese suceso fue lo que le hizo perder la visión, la modelo arrastraba una lesión ocular desde hacía más tiempo. Así lo relató en El Español: «Hace 20 años que tenía el ojo muy mal. Tenía una herida muy grande en la córnea y problemas como la fotofobia. Lo fui dejando y el final se me abrió la herida y fue todo un poco de urgencia».

Finalmente se sometió a un trasplante ocular, por lo que tuvo que pasar por quirófano, pero siempre se ha mantenido con una actitud positiva ante la adversidad.

Este percance le llevó a llevar una vida más tranquila desde entonces, aunque continúa acudiendo a eventos a los que la invitan.