El exguitarrista de Whitesnake denuncia las injusticias de la industria musical: «Esa es la mierda de este negocio»
El mundo de la música es realmente complicado. Son millones los músicos que tratan de triunfar y sacar adelante sus carreras. Pero son solo unos pocos los elegidos que acaban pudiendo vivir de ello. Sobre estas injusticias ha hablado Adrian Vandenberg. El exguitarrista de Whitesnake compartió públicamente los motivos por los que, a su parecer, su banda no habría conseguido el éxito que merece. Algo que el músico achaca a las formas de proceder de la industria musical, algo nada inusual para muchos artistas.
La brillantez de Vandenberg está fuera de toda duda. El músico fue una de las partes fundamentales en la creación de ‘Slip of the Tongue’, por no hablar de su solo de guitarra en “Here I Go Again”. Todo dentro de Whitesnake. Sin embargo, el holandés no pudo ratificar este éxito con su banda homónima, cuando el cree firmemente que merecían un mayor reconocimiento.
Vandenberg, el grupo de Adrian, llegó a hacerse un hueco entre los grandes nombres del rock mundial. Gracias a su primer álbum, la banda consiguió girar junto a Ozzy Osbourne o Kiss. El problema llegaría poco después, con los siguientes lanzamientos. Nueva música que no fue capaz de penetrar en el mercado y cosechar los éxitos que seguramente merecían.
Como decimos, el exguitarrista de Whitesnake habló sin tapujos sobre esto en una reciente entrevista con Alma Hard (vía Ultimate Guitar): «Al final, siempre es el momento de la promoción de tu compañía discográfica, porque tu compañía discográfica, uno de sus trabajos es asegurarse de que todo el mundo conozca tu nuevo disco. El problema entre el primer y el segundo álbum de Vandenberg fue que el presidente de Atlantic Records, que nos contrató y descubrió a mi banda, dejó Atlantic Records”.
«Al mismo tiempo, el presidente de ATCO, que formaba parte de Atlantic Records en Estados Unidos, también se marchó. Así que salió el álbum, y la gente que nos había apoyado en el primero de repente se había ido. Nos sentíamos, como se dice en Holanda, entre el muelle y el barco«, recordaba el guitarrista.
Esa sensación se acabó plasmando en los siguientes lanzamientos: «No hubo mucha promoción con el segundo álbum, apenas ninguna, aunque grabamos dos vídeos más o menos, pero nadie hizo nada con él. Esa fue una parte muy, muy importante. Lo mismo ocurrió con el álbum ‘Alibi’. De repente tuvimos que trabajar con un mánager alemán de ANR que intentó convencerme de que siguiera el camino de Duran Duran, y yo le dije: ‘Tío, eso no es rock. Yo soy un tipo de rock. Escribo música rock’. Y eso también salió mal».
«A muchos grupos les ha pasado a lo largo de los años que, cuando escuchas un disco, dices: ‘Tío, ese disco debería haber sido grande’, y nadie lo conocía. Esa es la mierda de este negocio. Te dejas la piel en un disco y luego lo lanzas al mundo con la esperanza de que la gente que trabaje con él esté tan motivada como tú. Y muy a menudo no es así«, terminaba zanjando Vandenberg con total contundencia.
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