Nicole Kidman y Keith Urban han iniciado oficialmente su proceso de divorcio, poniendo fin a 19 años de matrimonio. La reconocida actriz presentó la solicitud el pasado martes 29 de septiembre en un tribunal de Nashville, citando como motivos «incompatibilidades irreconciliables y problemas conyugales». La fecha de separación legal coincide con la del trámite judicial, según los documentos presentados. Ambos compartían su hogar principal en las afueras de Nashville, Tennessee, y han llegado a acuerdos sobre la custodia de sus hijas y la repartición de bienes.

Kidman obtendrá la custodia principal de sus dos hijas adolescentes durante 306 días al año, mientras que Urban podrá estar con ellas cada dos fines de semana. Los papeles del divorcio incluyen un plan de crianza previamente acordado por ambas partes, lo que sugiere un proceso de separación relativamente cordial. En cuanto a los bienes, la expareja ha decidido dividir sus propiedades y pertenencias de forma amistosa, y cada uno mantendrá el control exclusivo sobre sus derechos intelectuales, publicaciones y contratos musicales.

La noticia del divorcio llega justo después de rumores confirmados por la prensa sobre su separación, un día antes de la presentación formal. Kidman y Urban comenzaron su relación en 2005 y se casaron en 2006 en una ceremonia en Sídney, Australia. La última aparición pública de la pareja fue en junio, durante un partido de la Copa Mundial de Clubes, coincidiendo con su 19º aniversario. Ahora, deberán esperar un período de 90 días antes de que la separación se haga oficial tras una audiencia final en el tribunal.

Redacción (Agencias).