Lady Gaga triunfa en Barcelona
Lady Gaga deslumbró anoche en el primero de sus tres conciertos en Barcelona con un espectáculo tan teatral como impactante, donde el color rojo fue protagonista desde el inicio. La artista apareció entre luces titilantes y vestida con un atuendo de inspiración versallesca, dando inicio a un show que combinó dramatismo, simbolismo y potencia escénica. Las pulseras del público se iluminaron al compás de temas como Bloody Mary, Abracadabra y Judas, sumergiendo al público en una experiencia inmersiva y visualmente desbordante.

El ritmo no decayó en ningún momento. Entre cambios de vestuario y coreografías de precisión milimétrica, Gaga ofreció una explosión de energía y control vocal que recorrió todo el repertorio, desde el magnetismo pop de Poker Face hasta el lirismo oscuro de Paparazzi. La artista se mostró cercana y poderosa, entregándose por completo a su público —los llamados “pequeños monstruos”—, que respondieron con euforia a cada tema. El espectáculo se mantuvo en un equilibrio perfecto entre la teatralidad y la música de club, con una producción sonora impecable y una puesta en escena que recordaba a una ópera moderna.
El tramo final del concierto llevó la intensidad al máximo. Entre luces tenues y acordes ochenteros, Gaga ofreció una lección de versatilidad y presencia escénica, cerrando con fuerza con The Best y un poderoso Killah, acompañado por un gigantesco cráneo giratorio. La cantante, vestida para un Halloween adelantado, consolidó su imagen de diva vanguardista con un show que fue mucho más que un concierto: una experiencia sensorial total, mezcla de arte, música y emoción pura que Barcelona tardará en olvidar.
Redacción (Agencias).
#FormulaMail
No te pierdas nada y recibe todas las noticias en tu correo electrónico


