El 3 de noviembre de 1992, Bob Dylan publicó Good As I Been to You, su vigésimo octavo álbum de estudio, un trabajo que marcó su regreso al folk más tradicional tras varios discos con sonido eléctrico.

Grabado en solitario en los Studios Ocean Way de Los Ángeles, el disco reúne versiones de canciones populares, blues y baladas tradicionales, interpretadas solo con su voz, guitarra y armónica.

Con temas como Froggie Went A-Courtin’, Hard Times o Arthur McBride, el álbum fue elogiado por recuperar la esencia más íntima y auténtica de Dylan, y anticipó su renacimiento artístico con Time Out of Mind (1997).