Pompeya pudo sufrir la erupción en clima frío
Un nuevo análisis de la Universidad de Valencia aporta una revelación inesperada sobre la tragedia de Pompeya: las víctimas sepultadas por el Vesubio vestían ropa de lana, un material típico del frío, lo que sugiere que la erupción pudo ocurrir en un ambiente más helado de lo que dicta la versión tradicional.
El hallazgo fue presentado en un congreso internacional en Boscoreale, donde historiadores y científicos debaten la fecha exacta del desastre, habitualmente situada en el 24 de agosto del 79 d.C.. Una de las claves del encuentro han sido los estudios de los calcos de las víctimas encontrados en la Necrópolis de Porta Nola.
Según el profesor Llorenç Alapont, responsable del estudio, la presencia de prendas de lana apunta a temperaturas inusualmente bajas. Aunque también podrían haberse usado para protegerse de gases, ceniza o aire caliente, la hipótesis abre un nuevo frente de discusión sobre las condiciones climáticas del momento.
La fecha de la erupción lleva siglos en debate. A los escritos de Plinio el Joven se suman indicios como frutas otoñales, grafitis recientes y restos hallados en las viviendas. Aun así, Alapont cree que el consenso seguirá siendo el 24 de agosto salvo que surjan pruebas decisivas.
El equipo de investigación ÁTROPOS determinó los tejidos analizando las improntas dejadas en los calcos y la forma de los hilos entrelazados. Además, observaron diferencias entre víctimas encontradas dentro y fuera de las casas: quienes estaban en el exterior llevaban ropa más pesada, reforzando la teoría del clima frío durante la catástrofe.
Un misterio que parecía resuelto hace siglos vuelve a abrirse gracias a estas nuevas evidencias.
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