Todas las baterías de ‘Queen I’ se han cambiado en su reedición: este es el motivo
Brian May y Roger Taylor han desvelado, este fin de semana, un gran cambio en la reedición del primer disco de Queen, homónimo. Lo cierto es que todos y cada uno de los golpes de batería del álbum han sido retocados digitalmente. Esto significa que no sonarán igual que las grabaciones originales.
Como puede que sepas, para grabar su primer disco, Queen acudieron a los Trident Studios de Londres bajo el mando del productor Roy Thomas Baker. Eso sí, los ingleses no eran las leyendas que son ahora, así que fueron relegados a grabar en las peores horas que tenía disponibles el estudio.
«Teníamos un contrato con los dueños del estudio, así que por eso tuvimos ese tiempo«, dijo Taylor (vía Ultimate Classic Rock). «Recuerdo que estaban Lou Reed y David Bowie produciendo ‘Transformer’. Acababa de terminar ‘Hunky Dory’ y ‘Ziggy’. Este era el lugar para estar. Los Beatles tocaron ‘All You Need Is Love’ allí. Era el lugar de moda: Harry Nilsson, etc. Así que nos pareció genial: ¡estamos en Trident!».
Pero claro, unos jóvenes Queen que ni se creían que pudieran estar ahí no se iban a quejar si algo no les encajaba, por ejemplo las baterías dispuestas en el estudio: «Recuerdo que Roger se enfadó porque se encontraba en una situación desconocida«, dijo May. «En lugar de tocar en una habitación con su kit, que conoce al dedillo, de repente se encuentra en una habitación diminuta con una batería ajena, que era diminuta y transparente, según recuerdo».
El instrumento debía parecer prácticamente de juguete, según lo describe May: «Era plástico, todo cubierto de cinta – literalmente cubierto de cinta por completo. Habían quitado la mayor parte de la piel del bombo y tenía un cojín en el interior. Roger estuvo intentando tocarla y la odió».
Ahora sí que sonará como debería
La banda tuvo que hacer de tripas corazón y, en julio de 1973, Queen sacaba su primer disco: «Creo que nos habrías visto muy inmersos en ello. Nos sentíamos privilegiados por estar allí«, dijo May, «y disfrutábamos de la compañía de los demás, y disfrutábamos trabajando juntos y desarrollando nuevas ideas«.
Todo sea dicho: el disco no fue mal en ventas. Llegó al top 25 de Reino Unido y consiguió el estatus de oro en América. Sin embargo, May y Taylor jamás estuvieron contentos del todo con lo que se escuchaba en el redondo. Ahora, el sonido de la batería ha sido, con cariño y cuidado, retocado por completo. Además, el disco ha recuperado el orden que debía tener: “Mad the Swine” se encuentra entre “Great King Rat” y “My Fairy King”, como ellos quisieron que estuviera originalmente.
«Es exactamente como queríamos«, dice feliz May. «Hemos esperado 52 años para llegar a este punto, para hacerlo como debería haber sido en primer lugar. Siempre odiamos el hecho de que Roger no tocara su propio kit. No sonaba como él».
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