The Who vive una inesperada tormenta interna tras el polémico despido de Zak Starkey, baterista de la banda desde 1996 e hijo de Ringo Starr. Un incidente técnico durante un concierto en el Royal Albert Hall derivó en una crítica pública de Roger Daltrey, quien, visiblemente molesto, acusó en pleno escenario la intensidad excesiva de la batería durante «The Song is Over».

Lo que parecía un roce puntual escaló rápidamente. Ringo Starr no tardó en mostrar su malestar con la actitud de Daltrey, calificando su liderazgo de «poco acertado», según declaraciones recogidas por Rolling Stone. Su intervención avivó aún más el conflicto, al tiempo que Zak defendía su interpretación y apuntaba a un error de entrada del propio Daltrey.

Aunque Starkey fue despedido dos semanas después del incidente, una breve reincorporación —gracias a la mediación de Pete Townshend— intentó reconducir la situación. Sin embargo, el regreso duró apenas diez días. Un mensaje dejó claro que «nunca iba a funcionar», animando al baterista a presentar su salida como voluntaria.

Starkey no ocultó su decepción, pero también su gratitud por el respaldo de su padre, con quien la disputa adquirió un matiz familiar y emocional. Declaraciones pasadas de John Entwistle también dejaron entrever antiguas tensiones económicas dentro de la banda.

Mientras The Who prepara su gira de despedida en EE.UU., Zak Starkey queda fuera del proyecto. El reemplazo aún no se ha confirmado, y el conflicto dejó expuesta una grieta difícil de cerrar entre dos leyendas del rock británico.

Redacción