El guitarrista y cantante de Oasis, Noel Gallagher no pierde la oportunidad para soltar dardos a todos los que le rodean, especialmente si son músicos o personalidades relacionadas con la industria. Las disputas de los hermanos Gallagher con bandas como Blur, Robie Williams, Radiohead o George Harrison, han sido de lo más sonado, los de Oasis aprovechaban cualquier entrevista o concierto para criticar cualquier actitud o comportamiento personal de otros artistas.

En esta ocasión, ha querido desprenderse de una casa que tenía en Ibiza desde hace ya 25 años, en 1999 se la compró a Mike Oldfield por un montante de 500 millones de pesetas (unos tres millones de euros). A pesar de mostrarse muy contento siempre en la isla, tenía un motivo que le hacía no querer pasar tanto por su casa: James Blunt.

Así lo ha contado Blunt en una entrevista realizada en el podcast ‘How to Fail with Elizabeth Day’; en el espacio, el cantautor de 50 años ha confesado que Noel había vendido su casa porque no quería que James “escribiera sus canciones de mierda al final de la calle”.

No parece que le haya sentado mal al autor de «You’re Beautiful» y se lo ha tomado con deportividad, afirmando, incluso, que Gallagher “siempre que lo he visto ha sido muy simpático, aunque igual, al ponerle un periodista un micrófono delante, ha tratado de presumir de algo”. El británico cree que estas cosas suceden continuamente en la industria de la música por lo que prefiere restarle importancia al tema añadiendo que “los precios de las casas en la zona han subido tras su marcha”, dejando claro que él también sabe lanzar puyas cuando se lo ponen en bandeja.

No le ha faltado tiempo a Noel Gallagher para contestar a la primera pregunta que le han hecho al respecto en una entrevista en el ‘Time Out Dubai’, en ella no ha querido hacer muchas más declaraciones que “simplemente no lo quería de vecino”, dando muestras de que Blunt es, si no la razón más importante de esta decisión, una de las que más le ha pesado. Gallagher afirmaba, según fuentes cercanas al artista que estaba «harto de oír a James Blunt hablar de Ibiza como si fuera el dueño del lugar».

Blunt continuará, por lo tanto, siendo uno de los habituales en las fiestas de Ibiza desde que en 2006 comprara su vivienda en Santa Gertrudis de Fruitera, pedanía del municipio de Santa Eulalia.