En el podcast propio de la banda, ‘From Zero’ (vía Loudwire), del mismo nombre que su nuevo disco, que sale el 15 de noviembre, Mike Shinoda y Emily Armstrong han hablado sobre la cultura de la banda. Además, el líder del conjunto también se ha sincerado sobre su relación laboral con el difunto Chester Bennington, primer vocalista del grupo.

En la charla, Shinoda y Armstrong han mostrado su “gratitud” por el estado en el que la legendaria banda ha regresado a la actividad.

Con eso por delante, Shinoda afirma lo siguiente: «La dinámica de todos en la banda, pero especialmente de los que tenemos más historia juntos, la dinámica es muy buena. Es realmente buena. Para mí, es fácilmente la mejor cultura que hemos tenido».

Para que no haya confusiones, Mike aclara: “No lo digo para criticar a la antigua formación. Lo digo específicamente por el crecimiento de Brad, Joe, Dave y mío».

«Todo el mundo se encuentra en un buen momento y parte de ello es quizá la gratitud de poder volver a hacerlo«, continuó, antes de poner un ejemplo. «¿Qué es lo que más te gusta hacer en el mundo? Ahora imagina que te lo quitan. No puedes hacerlo. Se ha ido. Haber vivido de eso por un tiempo y luego volver más tarde es como: ‘Ok, ¿adivina qué? Puedes recuperarlo‘. Es una sensación de puta locura».

Su relación laboral con Chester Bennignton

En la charla, Shinoda también ha hablado de su relación laboral con el difunto Chester Bennington y de cómo se ha dado cuenta que lo que ambos tenían es muy difícil de encontrar.

«Con Chester, tenía otro ser humano al que podía darle ideas y él podía darles vida como nadie. Era increíble. Y yo no sabía nada mejor«, confiesa Shinoda. «No había tenido mucha experiencia con nadie más, así que me quedé en plan: ‘Oh, esto es lo que tiene tener un cantante muy bueno y estar en plan ¿qué te parece esto?’. Aquí tienes una idea y los dos la probáis y luego chocáis los cinco. Es genial».

Shinoda tuvo que trabajar fuera de Linkin Park, sin embargo, para terminar de darse cuenta de lo única que era la química que tenía con Chester.

«Cuando empecé a trabajar con otra gente, empecé a darme cuenta de que es más difícil de encontrar. No es habitual«, afirma.

«‘Oh, son muy buenos cantando y creo que sé cómo escribir una voz y luego nos juntamos y lo hacemos y todo el mundo es bueno en lo que hace. Hay otras personas en la habitación’, y sin embargo, lo que hicimos, es bueno. Está bien. Es un notable alto«, añadió. Y es que, por más que puedas ser un virtuoso, la química es algo que nace, no se hace.

«Con el tiempo empecé a darme cuenta de que hay algo más. Hay algo desconocido que no se puede cuantificar, no se puede medir, no se puede planificar. O está ahí o no está«, añade, revelando a continuación cómo se aplica a la situación actual de Linkin Park.

«Eso era lo que más buscábamos y creo que por fin lo hemos conseguido«, concluyó al hablar de la formación actual de la banda.