Jake E. Lee afirma que está “recuperándose” algo más de dos semanas después de recibir varios disparos en Las Vegas. (vía Blabbermouth.net)

El artista, de 67 años, fue alcanzado tres veces por el arma de fuego cerca del Strip de Las Vegas el pasado 15 de octubre. Posteriormente fue llevado al Sunrise Hospital & Medical Center para ser tratado en cuidados intensivos.

Ayer, 30 de octubre, Jake acudió a sus redes sociales para compartir una foto de su perro, Coco, y explica los motivos por los que decidió salir a pasear a su perro -momento en el que fue agredido- a a las 2:40 de la madrugada.

«Hola, han pasado dos semanas así que creo que debería publicar algo. Me estoy recuperando, sin complicaciones hasta ahora. Hasta dentro de un mes no podré apoyar el pie, así que tengo un patinete para andar por casa. Más divertido que el andador. No hay novedades de los detectives sobre el caso. Me referiré a la hora del día en que paseaba a mi cachorro, para llenar algo de espacio en este post. Soy un ave nocturna, siempre lo he sido. Mi mujer trabaja de noche en un casino. Las 2-3 de la mañana es la mitad del día para nosotros. Y durante el verano, con temperaturas de 46-48° durante el día, pasear a Coco a primera hora de la mañana puede superar los 37°. Así que paseamos cuando hace más fresco, y lo hemos hecho durante los dos últimos años sin ningún percance, hasta hace poco. Nada nefasto. Ok, ahora lo que habéis estado esperando, ¡otra foto de Coco!«.

El pasado 20 de octubre, Jake publicaba otra fotografía de su perro en las redes de su banda, Red Dragon Cartel, en Facebook junto con el siguiente mensaje: “Gracias de nuevo por toda vuestra preocupación. Una rápida actualización: de vuelta en casa recuperándome. Muchas gracias a los del Hospital Sunrise por cuidarme tan bien”.

«Y algunos breves detalles sobre esa noche. Volviendo a casa después de nuestro paseo, Coco y yo nos cruzamos con un par de ladrones. Vestidos de oscuro, con capuchas en la cara y máscaras cubriéndoles la boca. Parados en la entrada de la casa de un vecino mirando su moto. Hubo un enfrentamiento verbal que terminó con un acuerdo por el que yo caminaría en una dirección y ellos en la contraria. Eso no funcionó. Probablemente hablaré con más detalle de ello más adelante, pero ahora mismo sólo puedo hacerlo cómodamente poco a poco».