Cuando me enfrento al ordenador a altas horas de la madrugada después de un concierto, suelo tener bastante clara la idea de lo que quiero contarte. Normalmente la noche la ha protagonizado un grupo con un bagaje de muchos años, varios discos exitosos, giras mundiales… pero hoy no. Hoy estás aquí para descubrir lo que es la Dire Straits Experience. Y qué suerte la tuya. 

Este grupo esconde un abanico de músicos que si cierras los ojos puedes estar en cualquiera de los estadios que llenaban durante los años 80 la banda original. Es practicamente imposible diferenciar The Dire Straits Experience de lo que era con Dire Straits con Mark Knopfler. Sé que puede sonar a locura, pero para contradecirme tendrás que ir a verlos el próximo 7 de diciembre en Madrid y… me acabarás dando la razón. 

Yendo a lo que es estrictamente el concierto, la banda comienza con «Telegraph Road», «Solid Rock» y «The Carousel Waltz», que son tres temas más bien tranquilos pero ya empieza a aparecer por tu cabeza la frase «lo bien que suena esto». Y por si quedaba algún tipo de duda del nivel que tiene el grupo, se quitó con «Tunnel of Love». 

Me llamó mucho la atención la sonrisa que tenía siempre en la cara Chris White, el único miembro del grupo que sí formó parte del Dire Straits original. Y es que nos contó que el primer gran concierto que dio de joven fue ahí mismo, en Le Zénith de Paris, y que le daba muy buenos recuerdos. En esta parte del concierto es donde empiezas a darte cuenta que Terence Reis, el cantante, hasta mueve las caderas igual que Mark Knopfler (aviso que no será la primera vez que haga esta comparativa). 

Sonó «Your Latest Trick» en la 5 posición antes del esperado «Walk of Life» que fue la primera canción que levantó a la gente de sus asientos. Al principio el público miraba de un lado para otro para ver si nos podíamos levantar sin molestar a nadie, pero el ritmo de este gran tema del ‘Brothers in Arms’ hizo que todo diera igual. Después nos volvimos a sentar para disfrutar de la bonita atmósfera que creo la banda para «Romeo and Juliet».

Seguido llegó «So Far Away», para mí una de las sorpresas de la noche ya que todo el mundo conocía la canción y fue una de las más coreadas. Un poquito de country en el siguiente tema con la joya de Dire Straits «Too Man´s Too Strong» que dio paso a un espectáculo de diálogo musical de la banda con tintes hardrockeros en «Private Investigarions» . Para alguno esto pudo ser de lo mejor de la noche. 

Y otra vez relax, ahora junto a «Wild West End», siguiendo esa línea de altos y bajos que también caracteriza la música de Dire Straits. Llegó como número 12 «Lady Writer» donde la gente ya dejaba todo por irse a bailar a la primera fila. Esa gente se quedó para bailar «Ride Across the River» y «Two Young Lovers». Después de esta última Chris se puso a presentar a toda la banda que le acompaña, donde hizo un parón en Terence dejando claro que ni se imaginaba que alguien pudiera cumplir con el papel de Mark Knopfler de la manera que él lo hace. Para mí ha sido algo abrumador.

Vuelven los tonos cálidos con «On Every Street» y «Brothers in Arms» antes de la locura esperada con el «Sultans of Swing». Pero, amigo, faltaban dos que serían «Money For Nothing» y «Going Home». De esta manera cerraron con los mismos bises que utilizaba la banda original cuando Chris giró con Dire Straits. No sé si es un guiño o pura casualidad, pero prefiere quedarme con el guiño. 

¿Ahora qué? Solo decirte que cuando la banda original decide separarse en los años 90, a mí me quedaban 4 años para nacer. Y si te soy sincero, hoy me iré a dormir pensando que he podido ver a Dire Straits antes de morirme. Sé de sobra que no es la banda original, pero el sonido es tan bueno y Terence imita tan bien el difícil papel que tiene sobre la mesa, que hacen de The Dire Straits Experience todo un obligado. 

¡Nos vemos el 7 de diciembre en Madrid!