Michael Schenker lo tiene claro: no quiere volver a tener nada que ver con Scorpions, ni siquiera ahora que la banda se dispone a celebrar su 60º aniversario. ¿La culpa de todo? Según él de su hermano Rudolf, al que ha calificado de maltratador. 

En una entrevista con SiriusXM (vía Ultimate Classic Rock), Michael fue preguntado sobre si existía alguna posibilidad, aunque fuera remota, de que se uniera a la celebración, en especial al concierto especial que la banda celebrará el 5 de julio de 2025 en su ciudad natal de Hannover, Alemania.

«No«, respondió rotundamente Schenker, culpando a su hermano. «Sólo sé que he sido una parte muy importante en la creación de Rudolf como músico. No creo que sin mí él hubiera estado ahí, y quizá al revés de la misma manera. Pero el caso es que tengo que protegerme de Rudolf. Cada vez que quiere hacer algo conmigo o cada vez que quieren hacer algo grande y necesitan mi nombre, me utiliza mal. Y me entristece mucho que siga haciéndolo».

Rudolf fue uno de los fundadores de Scorpions en 1965 y se mantiene como el último miembro original de la banda. Michael se unió al grupo en 1969 y se fue en 1973. El hacha volvió a la banda entre 1978 y 1979 y, de nuevo, una vez más en 2006. Ambos músicos tienen talento pero, como hermanos del rock que son, sufren la maldición de que no se soportan. De hecho, Michael ha acusado a su hermano incluso de copiar su sonido e imagen.

«Un matón»

«Rudolf es siete años mayor que yo. Es un matón«, declaró Michael. «Me ha maltratado durante muchos, muchos años. Ha distorsionado mi imagen durante muchos años, y hace como si nunca hubiera pasado nada. Supongo que porque he preguntado a otras personas: ‘Oye, ¿cómo te trata tu hermano mayor?’. Y dicen: ‘Oh, exactamente igual’. Así que creo que es lo que hacen. Creen que les perteneces, que pueden hacer contigo lo que quieran. Soy siete años más joven. ‘Es sólo mi hermano pequeño, nadie, bla, bla, bla'».

«No tengo ni idea de cómo funciona la cabeza y el cerebro de esta gente, pero el hecho es que ayudé a los Scorpions, los puse en marcha, y se olvidaron de todo», continuó Michael. «Y Scorpions no son los malos – o en realidad nadie es realmente el malo. Es sólo que Rudolf es una persona que está loca y es rara. No sé lo que lo impulsa. Pero no quiero estar conectado a él. No quiero distraerme con mi visión cada vez que cedo y digo: ‘Vale, haré algo con Rudolf’, y luego él abusa de mí o me utiliza irrespetuosamente. No sé por qué sigue así, pero es algo muy, muy extraño. No sé qué le pasa. No sé por qué es tan importante para él ser más grande que su hermano pequeño».